domingo, 14 de agosto de 2011

Pregunta total

¿Cómo puede el espíritu exaltarse? Esa es la pregunta hacia adentro. Y también adentro: ¿cómo puedo exaltar mi espíritu? Yo quiero que esta pregunta sea lo más simple y sencilla posible, sin esas trampas del inconsciente, sin querer poner como autoridad a un método, sin querer escapar de cualquier actualidad, sin aparentemente querer convertirme, transformarme, "cambiar", sin ningún entramado oculto o aparente de este lenguaje, que es uno de los únicos que tengo, ahora, hoy, aquí.

¿A dónde pongo el ancla o a dónde la quito, en este mar de mí mismo, en todas estas embrabecidas aguas? Uno se siente observando la pared, pero está buscando, no está sintiendo. Quiere ver si en el surco ahí surge el reflejo del surco aquí.

Exactamente, qué es lo que debo comprender. ¿Será el por qué soy así? ¿Por qué soy así? ¿Será la misma esencia de la pregunta? No sé a donde mirar, y esto es literal: miro a un lado de la pantalla, escucho la música, vuelvo a mirar la pared. ¿Dónde se halla eso que no encuentro? ¿Dónde está el inicio de mi búsqueda? Y, como ya se dijo: ¿qué es pregunta, y qué es respuesta? ¿Cuál es precisamente el secreto? ¿Cuál es el inicio de eso que no sé, de eso que es absolutamente viable que ahora mismo no entiendo, de aquello que ni siquiera en lo más recóndito de mi ser imagino?

¿A dónde voy con las nubes todo quieto aquí? Mi memoria me dice que soy imperfecto, que desde estos errores no se llega. Pero ¿a quién le dejaría un texto si fuera yo perfecto?

Esto está tan cerca que no lo puedo ver, esta esfera de lo que soy está ahí, impregnándolo todo, y no lo capto. ¡Qué barbaridad! ¡Qué ceguera! ¡Qué tremendo desafío de los enjaulados el ser libres! Los pájaros, el aire entre las manos, los árboles cortados, la calle en el humano, la mente cortada y las cortadas manos y los cortados pies.

Un océano. Ese agua golpea. ¡Bum! Piedras se mueven, se caen. Truenos, ¡craaaj! Viento golpeando las aguas, aguas ahogando al hombre. Cielo gris, cielo oscuro, suelo empapado del Yo. Un océano y el mar organizado viniendo al desencuentro. Arena húmeda y soledad, un poco de frío y nada de liberación.

¿A dónde me he ido sin moverme de este lugar?, ¿por qué lugares ocultos está mi mente que este quien escribe ahora, este personaje, ni siquiera atisba la noción, la idea, la palabra?

No quiero ayuda. Ninguna persona es una isla, pero la comprensión es un desierto. No es que no quiera ayuda por ego y autosuficiencia, ¡es que es camino propio! ¡Sólo mío y de nadie más! ¿Quién pegándome o conversándome me hará entender? Nadie, el entendimiento es un asunto revolucionariamente personal. El espejo y lo reflejado. El espejo...

Con cuántica precisión, con absoluta certeza, ¿cuál es el entendimiento, el punto que debo comprender, para que este espíritu sea lo que no es ahora? ¿Cómo, cuándo y dónde es la liberación?

Si errando acepto el error, si imperfecto acepto la imperfección, si humanamente equivocado acepto la equivocación, si con ignorancia me acepto esta visión, ¿vendrá lo que tenga que venir? ¿Todo fragmentado vendrá la no fragmentación? ¿Cómo puede mi espíritu soltarse las cadenas, vencer las trampas y salirse de la jaula? ¿Qué acción es exactamente requerida? Esta es mi pregunta total y aquí está hecha.

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Publicación original
http://mimajestad.blogspot.com/2011/07/pregunta-total.html

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